Queridas Maestras y Maestros,
Hoy es un día en el que celebramos no solo su profesión, sino su vocación, dedicación y esfuerzo diario. Ustedes son quienes, con paciencia y sabiduría, guían nuestros pasos y despiertan en nosotros el deseo de aprender y crecer.
Cada lección que nos brindan es una puerta hacia nuevos horizontes, y cada palabra de aliento es una chispa que enciende el amor por el conocimiento. En sus manos no solo está la tarea de enseñar materias o teorías, sino también la formación de seres humanos íntegros, críticos y compasivos.
Ser profesor es sembrar semillas de futuro, sin saber con certeza cuándo o dónde germinarán, pero con la fe de que, en algún momento, esas semillas florecerán. Gracias por creer en nosotros, por ser luz en momentos de incertidumbre, y por dedicarse con tanto empeño a su noble misión.
Hoy, más que nunca, queremos agradecerles por cada sonrisa, cada gesto de apoyo, y por la pasión que ponen en todo lo que hacen. Sabemos que ser profesor no es fácil, pero su esfuerzo diario tiene un impacto profundo y duradero en nuestras vidas.
A todos los profesores, les deseamos un muy feliz día. Que sepan que su labor es invaluable y que, con su dedicación, están dejando huellas imborrables en el camino de quienes tienen el privilegio de aprender de ustedes.
¡Gracias, de corazón, por ser nuestros guías y mentores!